- Espacio Amapola
Arraigo (conexión a la tierra o enraizamiento)
Cecilia Gallegos /
Arraigo, en la práctica TRE®, es el proceso mediante el cuál una persona es capaz de mantener conciencia de su cuerpo, sentirse cómodo con las emociones que está experimentando, tener conciencia del momento presente y responder a los estímulos externos y relacionarse con ellos saludablemente. En esencia, una persona que está arraigada se mantiene en contacto con ella misma, con los demás y con su entorno.
Todo un buda!

Sin embargo, la realidad nos supera y a veces, por estos días, nos embarga.
¿es factible, que con todo lo que esta pasando, podamos buscar arraigo o trabajar con nuestro cuerpo para estar enraizados, vivir el presente, estar aquí y ahora, y finalmente bajar uno, dos o tres cambios, sentirnos mejor, y aprender a sobrellevar este proceso de cuarentena, y distanciamiento social y a veces emocional?
Arraigar, enraizar es un proceso. No se consigue de una día para otro tener conciencia del cuerpo, sentirse bien con lo que experimenta y responder saludablemente al medio, sin antes tener la práctica de identificar lo que pasa en el momento presente.
Te propongo un ejercicio…
Busca un lugar cómodo, y que tenga las condiciones para estar 5 minutos en silencio, sin ser interrumpido.
Respira con tranquilidad, y solo observa como esta respiración habita en tu cuerpo. Sin modificar nada. Inhala y exhala. Cuando exhales el aire, pon tu atención en los hombros, y junto con botar el aire o exhalar, baja el peso de los hombros. Luego, observa como poco a poco el peso va bajando a tu base, donde estas sentado.
Hazlo durante unos dos minutos.
A continuación, observa, ¡sólo observa! sin hacer ningún juicio de si lo que esta pasando esta bien o mal, si es correcto o no, lo siguiente:
Te recomiendo que vayas en orden:
¿Qué estás pensando? ¿Qué interpretaciones, significados, creencias se asoman mientras haces este ejercicio? ¿Estás pensando en lo que tienes que hacer durante el día? ¿Se te apareció la agenda, pagos, obligaciones? Obsérvalo. Solo eso…no luches contra eso que se viene a tu mente una y otra vez. Déjalo que entre…pero también, déjalo salir. No te quedes conversando con ese pensamiento. Deja que pase.
¿Qué emociones o estado de ánimo habitas en este momento? ¿Logras identificar alguna emoción? ¿Rabia, pena, alegría, miedo, goce, asco?
Solo obsérvalo. ¿Cómo es, por ejemplo, tener miedo? ¿Qué te pasa al sentir el miedo? ¿Cómo te embarga el miedo? ¿Qué te va pasando en el cuerpo? Obsérvalo. Mira eso.
¿Cómo se activan tus sentidos? Ponte en contacto con tu olfato, que puedes oler ahora, gustar, ver, tocar, escuchar.
¿Cómo sientes tu cuerpo mientras haces este ejercicio? ¿Se mueve? ¿Qué se mueve? Los movimientos son en tu motricidad gruesa o son micro movimientos?
Por último, ¿Qué otras sensaciones tienes en el cuerpo? Hormigueos, escalofríos, vibraciones…
¿Puedes identificar y validar lo que te pasa, aquí y ahora corporalmente, emocionalmente, mentalmente, sin hacer juicio de esa experiencia?
¿tienes vocabulario para ello?
Arraigo no es sinónimo de rigidez. Estar arraigados, nos permite ser libres y elegir dónde y cómo queremos estar. Incluyendo este ejercicio, por lo que si vez un solo asomo de exigencia en hacer esto, déjalo.
Arraigo, es estar en uno. No en otro. No en la experiencia de otro.